Cáncer colorrectal: qué esperar con la radioterapia externa
Es completamente normal que tenga preguntas si la radioterapia forma parte del plan de tratamiento contra el cáncer colorrectal. Quizá se pregunte cómo le afectará el cuerpo y qué puede esperar durante las sesiones de terapia.
A continuación, encontrará información sobre cómo prepararse, tanto mental como físicamente, antes de la primera cita.
¿Cómo debo prepararme para la radioterapia externa?
Antes de la primera sesión de tratamiento, tendrá una cita de simulación para planificar el plan de tratamiento.
Es posible que necesite pruebas de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada. Quizás le pidan que beba un medio de contraste, como el bario, antes de ir a la cita. Este líquido recubre el interior del estómago y de los intestinos. Permite observar estos órganos con más claridad en una tomografía computarizada o en una radiografía. También pueden colocarle bario en el recto con un tubo pequeño y blando de goma. En algunos casos, es necesario que tome el medio de contraste el día anterior.
La simulación permite determinar lo siguiente:
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Posición del cuerpo. El equipo de atención médica encontrará la posición más adecuada para usted. Puede ser boca arriba, boca abajo o de lado. Sea cual sea la posición que determine el equipo, es para su comodidad durante el tratamiento y para dirigir la radiación al cáncer. Es posible que también deba usar elementos inmovilizadores, como cojines o moldes corporales, a fin de mantener la posición exacta necesaria para el tratamiento.
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Marcas y tatuajes. El equipo puede usar marcas y tatuajes para señalar el lugar preciso al que dirigir la radiación. Las marcas pueden lavarse después del tratamiento. Pero los tatuajes quedarán como puntos pequeños en el cuerpo de forma permanente.
La posición del cuerpo y las marcas serán las mismas durante todo el tratamiento.
¿Qué sucederá los días de las sesiones de radiación externa?
Los días de las sesiones, use ropa holgada y cómoda y un calzado fácil de sacarse y colocarse. Así, podrá cambiarse con facilidad para el tratamiento.
Dentro de la sala de tratamiento, la radiación se hará igual que en la simulación.
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El radioterapeuta lo ayudará a ubicarse en la posición correcta en la camilla. Quizás le coloque bloques o escudos especiales para proteger partes del cuerpo que no necesitan radiación.
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El radioterapeuta alinea la máquina con las marcas o los tatuajes del cuerpo. Es posible que vea luces y líneas de láser que salen de la máquina y se alinean con las marcas. Esto confirma que está en la posición correcta. Tendrá que permanecer sin moverse. Debe permanecer en esa posición hasta que finalice el tratamiento.
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El radioterapeuta saldrá de la habitación y encenderá la máquina. Es posible que oiga chirridos y chasquidos o que vea que la máquina se mueve. Pero no se preocupe, la máquina no lo tocará y no duele. Si tiene alguna duda, el radioterapeuta puede verlo, oírlo y hablar con usted.
Las sesiones de tratamiento suelen tardar solo algunos minutos. No duele para nada y no será radiactivo después del tratamiento. Puede volver a casa una vez terminada la sesión.
¿Hay efectos secundarios con la radioterapia?
Como con cualquier tratamiento, puede tener algunos efectos secundarios después del tratamiento. Esto se debe a que, con la radiación, a veces, se eliminan células sanas además de las cancerosas. Tenga en cuenta que los efectos secundarios pueden ser diferentes en cada persona. A veces, podría no tener ninguno. O algunos efectos secundarios aparecen después de varios tratamientos. Hable con el equipo de atención médica para saber qué puede desarrollar. Asegúrese de saber qué puede ocurrir y cuándo debe informar los efectos secundarios.
¿Cuáles son los efectos secundarios a corto plazo?
Los siguientes son algunos efectos secundarios a corto plazo que debe tener en cuenta:
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Diarrea o heces acuosas
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Gases y distensión abdominal
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Náuseas
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Necesidad de hacer pis con frecuencia
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Dolor o ardor al hacer pis o evacuar los intestinos
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Sangre en las heces
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Dificultad para controlar los intestinos
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Cansancio intenso (fatiga)
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Recuento sanguíneo bajo en los análisis de sangre
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Irritación o cambios en la piel en las zonas que reciben radiación
¿Cómo puedo controlar los efectos secundarios a corto plazo?
Estos efectos secundarios suenan molestos. ¿Las buenas noticias? La mayoría de ellos se pueden controlar. Si tiene algún efecto secundario, dígaselo al equipo de atención médica. Consulte en qué casos debería preocuparse más para estar atento.
Mantenga un registro de los efectos secundarios. En este registro, debe incluir el efecto secundario, a qué hora del día lo siente, cuánto dura y si ocurre más de una vez. También anote las preguntas que tenga para el equipo de atención médica. De esta manera, pueden encontrar las mejores soluciones para usted.
La mayoría de los efectos secundarios se pueden controlar con medicamentos y con la alimentación. Además, suelen mejorar con el tiempo una vez finalizado el tratamiento. Pero hay algunos que también pueden durar más tiempo.
¿Cuáles son los efectos secundarios a largo plazo?
Después del tratamiento, es posible que también tenga algunos efectos a largo plazo. Pueden aparecer al cabo de meses o años. Esto depende de la cantidad de radiación que reciba y de dónde se administre. Estos efectos secundarios pueden o no empeorar. Asegúrese de prestarles atención y hable con el equipo de atención médica sobre lo que puede esperar.
Vigile estos efectos secundarios a largo plazo:
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Cambios en los intestinos o en la vejiga. Es posible que note cambios en cómo evacúa los intestinos o en la vejiga. Esto incluye heces más acuosas, sangre en las heces o en el pis, pérdida de control de la vejiga o tener que ir al baño más a menudo. A veces, se pueden controlar estos síntomas haciendo cambios en la alimentación o con medicamentos. Consulte con el proveedor de atención médica qué es lo que más le conviene.
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Menopausia temprana (cambios hormonales) o infertilidad (imposibilidad para quedarse embarazada). Si piensa tener hijos, hable acerca de las opciones disponibles con el equipo de atención médica antes de iniciar los tratamientos con radiación. Hay medidas que pueden tomar usted y los proveedores para conservar la fertilidad. Si es una mujer que no pasó por la menopausia, puede tener síntomas de la menopausia, como sofocos, sequedad vaginal y ausencia del período menstrual. Hable con el proveedor acerca de qué puede hacer para aliviar estos síntomas.
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Sequedad vaginal. Las mujeres pueden presentar sequedad vaginal y estrechamiento y acortamiento de la vagina. Esto puede generar dolor o sangrado al tener relaciones sexuales. Para evitar esto, intente usar lubricantes vaginales. También puede intentar estirar la vagina teniendo relaciones sexuales o con un dilatador vaginal. El proveedor puede hablar con usted sobre los tipos de lubricantes y sobre dónde conseguir un dilatador y cómo usarlo.
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Recuento menor de espermatozoides. Después del tratamiento, los hombres pueden tener una disminución de la producción de semen. O el recuento de espermatozoides en el semen puede disminuir. Aunque esto puede afectar la fertilidad, sigue siendo posible dejar embarazada a una pareja. Hable con el proveedor acerca de los tratamientos de fertilidad. Si sabe que podría querer tener hijos en el futuro, pregunte sobre la posibilidad de guardar espermatozoides antes de iniciar la radioterapia.
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Disfunción eréctil. Los hombres pueden tener dificultad para lograr o mantener erecciones después del tratamiento, sobre todo si ya tuvieron problemas antes. Si ocurre esto, no se apene de hablar al respecto con el proveedor. Este síntoma se puede tratar con medicamentos o con una bomba peniana.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de los efectos secundarios, incluso durante la noche, los fines de semana y los días festivos.