Tratamiento no quirúrgico de problemas de la columna cervical
Los problemas de la columna cervical a menudo pueden tratarse sin cirugía. Las opciones pueden incluir reposo, medicamentos o inyecciones. Su proveedor de atención médica también puede sugerirle ciertos ejercicios. Todos estos tratamientos pueden ayudar a aliviar sus síntomas y, a menudo, son exitosos. Si sus síntomas no mejoran, hable con su proveedor de atención médica. Puede recomendarle la cirugía como su mejor opción de tratamiento.
Alivio de los síntomas
Su proveedor de atención médica puede aconsejarle:
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Medicamentos. Ayudan a reducir el dolor y la inflamación.
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Inyecciones epidurales de esteroides e inyecciones de raíz nerviosa. Son inyecciones en el canal espinal cerca de la médula espinal o las raíces nerviosas. Pueden aliviar el dolor intenso y reducir la inflamación.
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Límite a las actividades que empeoran los síntomas. Esto puede darle a su cuello tiempo para sanar.
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Un collar cervical blando. Esto puede ayudar a sostener e inmovilizar su cuello. También puede mantener la columna cervical alineada.
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Tracción. Esto puede ayudar a aliviar la presión sobre los nervios irritados.
Restauración de la movilidad y la fuerza
Su proveedor de atención médica puede aconsejarle que trabaje con un fisioterapeuta, un osteópata o un quiropráctico. Estos profesionales pueden ayudarlo a recuperar el movimiento y la fuerza del cuello. La fisioterapia puede durar de 4 a 8 semanas. Puede incluir:
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Ejercicios. Pueden mejorar la amplitud de movimiento y la fuerza del cuello.
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Evaluación y corrección de la postura y los movimientos corporales. Esto puede solucionar problemas que afectan la columna cervical.
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Calor, masajes y tracción. Pueden ayudar a aliviar sus síntomas.
Cuidado personal
Usted tendrá un rol activo en su propia terapia. Para proteger el cuello contra más lesiones:
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Siga cualquier programa de ejercicios que le haya dado su proveedor de atención médica o fisioterapeuta.
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Mantenga una buena postura mientras está sentado, de pie o en movimiento.
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Pida que se evalúe su espacio de trabajo. Reorganícelo si fuera necesario.
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Cuando se acueste, use un apoyo para el cuello. Puede usar una almohada cervical especial o una toalla enrollada.
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