Examen clínico de seno
Muchas organizaciones de salud recomiendan hacerse un examen clínico de seno por año. Este examen puede ser realizado por un ginecólogo, proveedor de atención médica de familia, enfermera profesional, enfermera obstétrica o enfermera especializada. Los exámenes de seno anuales ayudan a garantizar que las afecciones de los senos se detecten a tiempo.
La función de su proveedor de atención médica
El profesional de atención médica conoce los estudios y los controles necesarios si se detecta algún problema. Su examen clínico representa también una excelente oportunidad para plantear preguntas acerca del autoexamen de seno. Usted podrá saber si está realizando su autoexamen de la manera más eficaz. Igualmente, puede preguntar sobre cómo el embarazo, los implantes de seno o la cirugía de reducción de seno afectan la manera en que usted deberá examinarse los senos.
Pruebas de diagnóstico
Si un examen clínico revela un cambio en los senos, quizás tenga que hacerse otros estudios para saber más. Estas pruebas pueden incluir las siguientes:
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Mamografía. Rayos X de baja dosis utilizados para crear imágenes del tejido interior del seno.
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Ecografía. Utilización de ondas de sonido para crear una imagen del seno.
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Biopsia. Remoción de una pequeña cantidad de tejido del seno mediante una aguja o un corte (una incisión). El tejido se examina luego con un microscopio.
Normas para realizarse exámenes clínicos de seno
El American College of Obstetricians and Gynecologists (Colegio Estadounidense de Obstétras y Ginecólogos) recomienda que, a partir de los 29 años de edad, usted debe hacerse a un examen clínico de seno cada uno a tres años. Después de los 40, deberá hacerse el examen clínico de seno anualmente. Si tiene mayor riesgo de padecer cáncer de seno, puede requerir exámenes más frecuentes. Entre los factores de riesgo del cáncer de seno se encuentran los siguientes:
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Ser mayor de 50 años o estar en etapa posmenopáusica
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Tener antecedentes familiares de cáncer de seno
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Tener la mutación del gen BRCA1 o BRCA2 u otras determinadas mutaciones genéticas
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Haber tenido más menstruaciones por haber empezado a menstruar a edad temprana (antes de los 12 años) o haber tenido una menopausia tardía (después de los 55 años)
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No haber tenido embarazos
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Haber tenido un primer embarazo después de los 30 años
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Obesidad
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Tener un historial de tratamiento con rayos en la zona de su pecho
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Exposición al dietilestilbestrol (DES) durante el embarazo de su madre
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No ser activo
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Beber alcohol en exceso
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Tener tejido mamario denso
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Realizar terapia hormonal después de la menopausia
Otras organizaciones de salud tienen diferentes recomendaciones. Hable con su proveedor de atención médica sobre lo que es mejor para usted.
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