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Controle sus factores de riesgo después de una cirugía de derivación

Cómo manejar la enfermedad de las arterias coronarias

Una mujer camina al aire libre.

Después de la cirugía, mejorará la circulación de sangre hacia el corazón. Pero colocar una derivación en los bloqueos no cura la enfermedad. Todavía se pueden formar nuevos bloqueos. Debe tomar las medidas necesarias para evitar que esto suceda. Si se compromete a manejar los factores de riesgo que aumentan sus probabilidades de tener enfermedad de las arterias coronarias (enfermedad cardíaca), puede ayudar a evitar que se formen nuevos bloqueos. Esto reducirá las probabilidades de que necesite otros tratamientos coronarios. Los tratamientos pueden incluir otra cirugía de derivación.

Cómo controlar sus factores de riesgo

Para manejar su enfermedad cardíaca, debe tener bajo control tantos factores de riesgo como pueda. Colabore con su proveedor de atención médica para reconocer cuáles son sus factores de riesgo y tenerlos bajo control.

Su proveedor de atención médica colaborará con usted para que realice cambios en su estilo de vida según sea necesario para ayudar a evitar el avance de la enfermedad cardíaca. Los siguientes son factores sobre los que posiblemente necesita trabajar:

  • Alimentación

  • Actividad física

  • Control del peso

  • Dejar de fumar

  • Manejo del estrés

A continuación encontrará más información sobre cómo manejar estos factores.

Alimentación

Su proveedor de atención médica le dará información sobre los cambios alimentarios que probablemente tendrá que hacer. Es posible que le recomiende consultar con un nutricionista certificado para que lo ayude. Esto cambios pueden incluir los siguientes:

  • Reducir el consumo de grasas y colesterol

  • Ingerir menos grasas trans y saturadas

  • Reducir la cantidad de sodio (sal) que come, especialmente si tiene presión arterial alta

  • Consumir más verduras y frutas frescas

  • Elegir verduras congeladas en lugar de las enlatadas, que pueden tener mucha sal

  • Comer proteínas magras, como pescado, pollo y legumbres (frijoles y chícharos)

  • Consumir menos carne roja y carne enlatada o procesada

  • Consumir productos lácteos bajos en grasa

  • Usar aceites vegetales y de nueces en cantidades limitadas

  • Limitar los alimentos procesados, como las papas fritas, las galletas, las comidas listas para preparar en el microondas o los alimentos horneados

  • Limitar el consumo de alimentos con azúcar

  • Limitar el consumo de alcohol, que el cuerpo convierte en azúcar

Actividad física

Su proveedor de atención médica puede recomendarle que haga más actividad física. Debe hacer tanto ejercicio como pueda. Su proveedor adaptará las sugerencias a sus propias limitaciones y necesidades. Por ejemplo, podría recomendarle que incluya actividad física de intensidad moderada a vigorosa por lo menos 40 minutos diarios y entre 3 y 4 veces por semana como mínimo. Pero no empiece hasta que su proveedor de atención médica le diga que puede hacerlo. Es posible que quiera que realice el programa de rehabilitación cardíaca primero. Los siguientes son algunos ejemplos de actividad física moderada a vigorosa:

  • Caminar a paso ligero, alrededor de 3 a 4 millas por hora (5 a 6 km/h)

  • Trotar o correr

  • Nadar o hacer ejercicios aeróbicos en el agua

  • Practicar senderismo

  • Bailar

  • Practicar artes marciales

  • Jugar al tenis

  • Montar una bicicleta o bicicleta fija

Control del peso

Si tiene sobrepeso u obesidad, su proveedor de atención médica colaborará con usted para que baje de peso y reduzca su índice de masa corporal (IMC) hasta un nivel normal o cercano a la normalidad. Hacer cambios en la dieta y aumentar su nivel de actividad física puede ayudar.

Consumir alimentos frescos, no procesados y con poca azúcar y grasas “malas” puede ayudarlo a controlar la cantidad de calorías y a lograr un peso más saludable.

Controlar el peso reduce los riesgos relacionados con la apnea del sueño y los ronquidos. Los ronquidos y la apnea del sueño pueden provocar el aumento de las hormonas del estrés y de la presión arterial. También pueden causar somnolencia durante el día y dolores de cabeza. Quizás le resulte difícil mantenerse activo si no durmió bien. Además, la apnea del sueño y los ronquidos pueden provocar tensión en las paredes arteriales y pueden provocar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Dejar de fumar

Si consume alguna forma de tabaco, debe dejarlo. Esto incluye cigarrillos comunes y electrónicos, vapeadores y tabaco sin humo. El uso de estos productos es malo para las arterias y los pulmones. Colabore con su equipo de atención médica para encontrar un programa que lo ayude a dejar. Además, debe evitar el humo de los cigarrillos de otras personas. Evitar todo tipo de humo y de tabaco permite reducir el riesgo de tener un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular y cáncer.

Manejo del estrés

El manejo del estrés es otro aspecto fundamental para tener un corazón saludable. Los niveles altos de estrés pueden provocar un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Ambos hacen que el músculo cardíaco y las paredes arteriales se esfuercen. Busque actividades que disfrute y que lo ayuden a lidiar con el estrés. Algunas pueden ser la jardinería, caminar, ejercicios de respiración profunda, yoga o hacer trabajos voluntarios. Algunos programas de rehabilitación cardíaca lo ayudan a aprender maneras de reducir el estrés con métodos de relajación para aliviar la tensión muscular. Estas pueden ser la meditación y la biorretroalimentación. Hable con su proveedor sobre las maneras de reducir el estrés que le sean útiles.

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