Tratamiento para el rechazo de un corazón trasplantado
El rechazo es una reacción normal del cuerpo a un tejido nuevo que se introduce en el cuerpo o se coloca sobre este. Cuando una persona recibe un trasplante de corazón, el sistema inmunitario del cuerpo reacciona. Las células inmunitarias pueden atacar el nuevo corazón. Se pueden tomar algunos medicamentos para intentar prevenirlo. Sin embargo, en muchos casos, el rechazo puede producirse de todos modos.
Tipos de tratamiento
El tratamiento depende de lo siguiente:
Algunas opciones de tratamiento pueden ser las siguientes:
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Tomar más medicamentos antirrechazo
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Tomar el medicamento antirrechazo con más frecuencia
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Cambiar a otro medicamento antirrechazo
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Tomar otros medicamentos para suprimir el sistema inmunitario, como la prednisona
En casos graves, es posible que los medicamentos se administren a través de una vena (por vía intravenosa).
Los otros tratamientos son los siguientes:
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Plasmaféresis. Este tratamiento puede utilizarse para el rechazo mediado por anticuerpos. Se filtra la sangre y se eliminan los anticuerpos dañinos.
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Fotoforesis. Para este tratamiento, se utiliza luz ultravioleta (UV). Se alteran las células inmunitarias para que no ataquen el corazón trasplantado.
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Irradiación linfática. En este tratamiento, se utiliza la radiación para dañar los ganglios linfáticos que generan una respuesta inmunitaria.
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Medicamentos para la insuficiencia cardíaca. Por ejemplo, los betabloqueantes. Este tipo de medicamento puede ser necesario si la reacción está dañando a su corazón nuevo.
Después de obtener tratamiento para el rechazo, deberán vigilarlo atentamente. Es posible que necesite pruebas de seguimiento para ver cómo está funcionando el tratamiento.
Mientras tome medicamentos antirrechazo
Los medicamentos que se utilizan para prevenir el rechazo suprimen el sistema inmunitario. Esto aumentará el riesgo de contraer infecciones. Es posible que deba tomar antibióticos y medicamentos antivirales. Son necesarios si está tomando ciertos medicamentos contra el rechazo. Estos medicamentos no se usan para tratar el rechazo en sí. Sin embargo, sí se utilizan para prevenir las infecciones.
Posibles complicaciones del rechazo del corazón trasplantado
En casos poco frecuentes, el rechazo del corazón trasplantado puede causar problemas como los siguientes:
Cómo prevenir problemas
Estas son algunas medidas que puede tomar para reducir las probabilidades de rechazo y los problemas relacionados con esto:
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Tome todos los medicamentos según lo indicado.
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Asegúrese de no quedarse sin medicamento.
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Controle su peso, su presión arterial y su temperatura tal como le indicó su proveedor de atención médica.
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Asegúrese de asistir a todas las citas de atención médica.
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Hágase los análisis de sangre y demás pruebas en el momento indicado.
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Haga un seguimiento con los resultados de sus pruebas y análisis con el equipo que se ocupó de su trasplante.
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Lleve un estilo de vida saludable para el corazón, haga actividad física y coma alimentos sanos.
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No consuma productos con tabaco.
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No beba demasiado alcohol.
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Llame al equipo de trasplante de inmediato si tiene algún síntoma de rechazo.
Cómo vivir con un corazón trasplantado
Su proveedor de atención médica puede darle más consejos sobre cómo manejar su trasplante. Esto incluye:
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Lleve un estilo de vida saludable. Coma alimentos saludables para el corazón y haga suficiente ejercicio. Evite los productos con tabaco y las drogas ilegales, y no consuma bebidas alcohólicas en exceso. Conserve un peso saludable.
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Tome otros medicamentos para su corazón. Por ejemplo, medicamentos para reducir el colesterol, bajar su presión arterial o ayudar a manejar su nivel de glucosa en la sangre. Algunos de estos medicamentos pueden ayudar a reducir las probabilidades de tener un rechazo crónico.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato si presenta alguno de estos síntomas:
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Cansancio o debilidad
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Fiebre o escalofríos
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Falta de aire
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Ritmo cardíaco irregular o acelerado
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Caída de la presión arterial
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Hinchazón en los pies, las manos o los tobillos
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Aumento repentino de peso
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Dolores y malestar similares a los causados por la gripe
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Menor cantidad de orina
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Mareos o desmayos
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Náuseas o pérdida del apetito
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