Verduras. Verduras de hoja verde (como lechuga y espinaca), tomates, brócoli, coliflor, zanahorias, pimientos, calabaza y maíz (elote).

Frutas. Manzanas, naranjas, bananas, uvas, sandía, bayas, duraznos y peras.

Granos integrales. Arroz integral, quinoa, avena; panes, galletas saladas y pasta que digan “whole wheat” (trigo integral) en el paquete y no solo “wheat” (trigo). Si las primeras palabras de la lista de ingredientes son “whole wheat”, “whole corn” (maíz entero) o “whole oats” (avena integral), ese producto es mejor para su familia.

Carnes magras. Pollo, pavo, pescado, cerdo y carne de res con poca grasa.

Lácteos. Leche, queso y yogur. Estos productos pueden tener un alto contenido de grasa. Si el niño tiene más de 2 años, busque las palabras “low-fat” (bajo en grasa) o “non-fat” (sin grasa) en el envase. Comer menos grasa puede ayudar a los niños a mantener un peso adecuado a medida que crecen.

Anime a su hijo a beber más agua y leche. ¡El agua no tiene por qué ser aburrida! Ofrezca a los niños agua mineral con gas; agréguele un gajo de naranja, o haga cubitos de hielo con formas divertidas. Los niños en crecimiento también necesitan tomar leche. La leche les proporciona calcio para que tengan huesos fuertes y un desarrollo saludable. No olvide que los niños menores de 2 años deben tomar leche entera y no descremada o con poca grasa. Si usted no toma leche, las bebidas de soya (leche de soya) son una buena alternativa. También puede optar por yogur con bajo contenido de grasa como parte de una comida o un refrigerio.

Agregue más frutas y verduras a las comidas de su familia. Las frutas y verduras pueden tener buen sabor y un aspecto apetitoso. Además, pueden ser fáciles de preparar y servir. Compre frutas y verduras frescas, congeladas o enlatadas. También puede tratar de cultivarlas usted mismo. Sirva frutas y verduras frescas crudas. A muchos niños les gusta el sabor de las frutas y verduras crudas cortadas en trozos. Las verduras también pueden prepararse al vapor, asarse, cocerse en el microondas o cortarse en trozos y agregarse a los guisos y las sopas.

Limite el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido agregado de azúcar, sal y grasas saturadas. Entre estos alimentos se encuentran los pasteles, dulces, chips de paquete, helados, refrescos, jugos de frutas y bebidas deportivas. Recuerde que debe ofrecer más agua y leche en lugar de estas bebidas. Cuando los niños quieran comer algo dulce de postre o entre comidas, ofrézcales fruta. Limite los refrigerios salados. Y cuando sea posible, busque alimentos bajos en sodio o sin sal.